(La coqueta habitación de Missis Andrews, una refinada dama inglesa bastante entradita en años. Hacia un lateral, deberá estar la ventana por donde ingresa el Conde Drácula. El vampiro del comienzo puede hacerse con un títere o un murciélago de plástico, atado de una tanza, lo cual si se nota haría más cómica la situación.)
MISSIS ANDREWS: (Es de noche y duerme pesadamente en su cama de espalda
al público. Emite sonoros ronquidos. De pronto, por la ventana entra
volando un vampiro que revolotea sobre la cabeza de la mujer. Sin siquiera
abrir los ojos, del costado agarra un matamoscas y de un golpe lo saca súbitamente
de escena.)
DRÁCULA: (Entra todo moreteado y sobándose la cara)
¿¡Anotaron la matrícula del camión!? (Al ver
a su víctima durmiendo, se recompone y mientras ríe malévolamente,
se envuelve en su capa y desaparece de escena para que el vampiro vuelva a
ingresar y revolotear sobre la cabeza de la mujer.)
MISSIS: (Otra vez, sin abrir los ojos, del costado agarra un aerosol.)
¡Cómo hinchan estos mosquitos! (Lo rocía y tosiendo
el vampiro sale de escena.)
DRÁCULA: (Entra tosiendo.) ¿Esta es la noche de burlarse
del vampiro? Pero la pagará caro… (Sigilosamente se acerca
a la mujer, muestra sus dientes y va a morderla cuando la mujer le muestra
la cara, toda embadurnada en una mascarilla cosmética.) ¡El
monstruo del pantano!
MISSIS: (Se despierta asustada.) ¿Dónde?
DRÁCULA: Ahí, en la cama…
MISSIS: ¿Y usted por dónde entró?
DRÁCULA: Por la ventana. Por donde ingreso todas las noches a las habitaciones
de mis víctimas…
MISSIS: Usted debe ser Drácula…
DRÁCULA: (Subraya con orgullo.) ¡El conde Drácula!